HISTORIA

El topónimo es de origen árabe, derivado a alfocea, aumentativo de alfoz, que significa "sembrado". Tuvo su origen en dos poblaciones ilergetes que se denominan "Peralta de la Vieja" y "Puymelero"(Puymelero:monte de miel), situados a orillas del río Alcanadre. En la época romana, primera mitad del siglo II antes de Cristo, se denominaba Petra Alta y servía de castro para el aprovisionamiento de los ejércitos romanos en el camino que iba de Monzón a Zaragoza. Abundan en consecuencia, los vestigios de esta época: destacan una presa que medía 180 metros de longitud por 9 de altura, y las denominadas "cías" (oquedades), perfectas despensas para almacenamiento de granos, que aún pueden localizarse en el subsuelo de la población actual.

Se cuenta que en Peralta de Alcofea acampó el Cid campeador con sus huestes en Piedra Alta. En 1099, Pedro I hizo donación de la villa a la iglesia de Alquezar, y desde 1179 formó parte del abadiado de Casbas.

Peralta de Alcofea conserva las huellas de un activo poblado ibérico y romano, destacando el gran interés que tiene por el hallazgo de una necrópolis en la orilla izquierda del río Alcanadre. Este descubrimiento es del año 1975. La necrópolis no ha sido estudiada después del descubrimiento. Es curiosa la existencia de objetos hallados como cerámica, mosaico... En Peralta la Vieja, en el monte donde se encontraba el pueblo ibérico, existe un antiguo reloj de sol, un hueco de piedra corrtada que parece la entrada antigua de aquel monte. También había embarcadero.